Archivo por meses: diciembre 2014

Inteligencia de los bebés

Hoy vamos a hablar de un tema escabroso: la inteligencia de los bebés.

¿Es mi hijo listo? ¿Sacará buenas notas en el colegio? ¿Llegará a ser premio Nobel?
¡Y yo qué sé! ¡No soy adivina! Muajajajajaja.

Los padres nos hacemos estas preguntas a lo largo de la vida de nuestros retoños y, en mi opinión, lo mejor que se puede hacer por ellos es enseñarles el valor del esfuerzo. Casi todo en esta vida se puede conseguir con esfuerzo: sacar buenas notas, tener un cuerpo cañón, conseguir mucha pasta, salir con Brad Pitt… (esto último creo que no…qué pena).

Cuando estás embarazada oirás que circula un rumor sobre la gestación y el desarrollo cerebral de los bebés. Se supone que cuanto más tiempo esté un bebé en el útero materno, más inteligente será. ¿Y por qué? Pues porque su cerebro tiene más tiempo para desarrollarse y para crear más conexiones neuronales. Hay “estudios” que así lo confirman, aunque la mayoría de los médicos están de acuerdo en que la inteligencia de los niños es 50% genética y 50% ambiental. Así que padres y madres del mundo, hay que ponerse a estudiar con ellos.
Por esta regla de tres, mi pequeño monstruito va a ser un Einstein, ya que el muy jodío no quería salir y tuvieron que ayudarle en la semana 42 de gestación. ¡Toma ya! (Ya os contaré dentro de unos años si tengo que adelantarle un curso o si es un niño normal como los del resto de su clase).
Lo que sí es cierto, es que mi hijo tiene una inclinación natural hacia los libros. Literalmente se los come. Así que tuvimos que poner en el estante más alto del salón todos los maravillosos cuentos de cartón que le habíamos comprado y que todo el mundo nos había regalado, ya que tuvo un par de atragantamientos mortales al querer saborearlos. Y no es que les diera un rechupeteo hasta ablandarlos, no, los bababa hasta convertirlos en una pastosidad deliciosa y pa’dentro. Pasado el primer año de vida, te planteas el devolverle los libros para ver si ahora ya los lee, pero desechas esa idea cuando ves que le dan unas arcadas asesinas y compruebas que son porque tiene pegada en el paladar una hoja de tu revista favorita. Nuestra solución, comprarle libros de esos que se pueden meter en la bañera y son de plástico.

Otro factor en el que te fijas para saber si tu niño es inteligente o no, son los avances psicomotrices. Existe un test, llamado test de Denver, donde se pueden ir observando los avances de tu hijo. Es divertido si no te obsesionas (como con los percentiles). Va mostrando mes a mes lo que se supone que tu hijo tiene que aprender.
Al principio está genial, porque tu niño hace las cosas un poquito antes de lo que pone el papel, pero ¡ay!, cuando llega el momento de las palmitas, del cucú y mamá y papá…la cagaste. Si quieres no sonrojarte cuando vayas al pediatra, trata a tu vástago como a un mono de repetición. Pásate el día haciendo lo mismo una y otra vez, hasta que el niño esté tan hasta las narices de verte que lo repita para que pares ya de una vez.
Evidentemente, el nuestro fue el caso de llegar a la consulta del pediatra para una revisión rutinaria y salir de allí con la moral por los suelos. ¿Hace ya palmitas? ¿Te saca las cosas del bolso? ¿Juega al escondite? ¿Pone un cubo sobre otro?
Ehhhhhh, ¿tengo que dejar que me revuelva el bolso y se coma todo lo que encuentre dentro? ¿Tengo que tener cubos, aros, pelotas, barrilitos, estrellas y números de colores y materiales distintos?
Pues sí, tienes que tener en tu casa un amplio repertorio de juguetes, así que sal corriendo a comprar todo aquello que creas que puede desarrollar sus capacidades cognitivas y motoras (como hicimos nosotros nada más salir de aquella consulta infernal).
[Reflexión: cada vez que voy al pediatra, me siento como si fuera a pasar un examen de oposiciones. Duermo mal, me sudan las palmas de las manos, repaso antes de entrar todos los nuevos logros del niño… es espantoso. Primero, con las dichosas palmitas y “daba la mocita en su cabecita” y luego con los puñeteros purés y los sólidos. Sólo puedo llegar a la conclusión de que tengo un niño tan rematadamente listo que se lo pasa pipa dejándonos mal delante del médico].

Así que estamos siguiendo nuestro propio programa de inteligencia y lo que hacemos es ponerle los dibujos en inglés (que sólo le pongo cuando necesito media hora de relax ya que soy anti tele en infantes), llevarle conmigo a mis clases de conversación en inglés (sólo cuando es necesario, ya que es mi hora de espacio personal y me pongo morada a birras) y ponerle mucha música variada, para que su cerebro no se acostumbre siempre a un ritmo. Y cuando llego al pediatra y me pregunta…pues le miento, como la mayoría de los padres. ¿Da tres vueltas de campana? Sí sí, claro, desde hace dos semanas (y por dentro estás pensando que ojalá no te mande demostrarlo in situ).

Conclusiones finales: si vas a programar una cesárea, intenta posponerla todo lo que puedas, por si acaso (a no ser, evidentemente, que sea por problemas médicos); ponle a Pocoyó en inglés (es divertido, igual hasta aprendes algo tú también); háblale mucho, hasta que llegues al punto de decirle que se calle porque te va a explotar la cabeza; sé creativo (mete tapones de plástico y pelotas en una caja para que los saque y los meta) (crea tus propios cubos educativos con los cartones de las galletas y un vídeo del YouTube de origami); y sobre todo, ve a tu ritmo, no te agobies.

Be water, my friend.

Amazon, Ebay, Beruby

¡Hola padres y madres del mundo desesperados con las cuentas de diciembre!

Llegó el mes loco, donde tu cartera empieza a hacer operación bikini antes de tiempo y se te ponen los nervios de punta. ¡Llegaron las Navidades!
Si te has perdido el Black Friday y el Cyber Monday (*), no te preocupes, te doy unos cuantos truquitos para que esas compras que tienes que hacer se te hagan un poco más llevaderas.
Primero…¿por qué siempre esperas al último momento para comprar los regalos si sabes que los tienes que comprar igual? Lo de los Reyes o Papá Noel es como el marisco, siempre van subiendo de precio a medida que se acerca la fecha.
Como soy una mujer muy previsora, llevo comprando regalos desde hace dos meses, así que voy gastando poco a poco y no me duele tanto (amén de que tengo mucho más tiempo para mirar y comparar).
Al vivir en un pueblo donde no hay tiendas (¡carajo, es cierto!) suelo hacer todas mis compras por internet. Hace poco, me di cuenta de lo mucho que estoy enganchada cuando el de Seur me saludó como si fuera un colega de toda la vida. Así que, o cojo el coche para meterme en un horrible centro comercial atestado de gente respirando a la vez, o me siento tranquilamente en frente de mi ordenador con mi cafetito, mi tarjeta y mi PayPal.
La suerte que tengo es que mi hijo todavía es pequeño, así que no hace falta que esconda mucho los regalos. (Y al decir “esconder” digo ponerlos en una estantería lejos de su alcance).
[Aunque el otro día me di cuenta de que ya no es tan pequeño cuando me lo encontré agarrado a la cuna mirando a un punto del cielo. Me puse a su altura y miré a ese punto. Y me encontré, justo en la perspectiva, con todos los paquetes metidos en una bolsa. Y pensé: creo que ya se está enterando de que ahí hay algo para él].

Así que empecemos con el oasis de chollos.

Amazon: esta web es una fuente inagotable de regalos para mí. Tiene varias cosas que me gustan.
– Puedes comprar cosas nuevas o de segunda mano. Encontré un montón de librerías inglesas con libros de segunda mano tirados de precio.
– Puedes guardar productos en listas de deseos para comprarlos más adelante.
– Tienes la opción de crear una lista abierta para que la gente sepa qué te gusta y te lo pueda regalar.
– La opción Premium es genial. Pagas una cantidad fija al año (creo que son unos 14 euros) y no te cobran gastos de envío. Además, tienen productos que sólo se pueden comprar si eres Premium o están rebajados con respecto a su precio al público “normal”.
– Puedes escoger en cuántos días quieres que te llegue el pedido. Normalmente es gratis de 3 a 5 días, aunque siempre llegan antes.

Ebay: otra web en la que compro y compro. Ventajas:
– Hay vendedores de todo el mundo, por lo que puedes comparar muchísimo.
– Tiene un buen buscador y unos buenos filtros.
– Al pagar con PayPal, si tienes problemas te reembolsan el dinero.
– La opción “subasta” es genial y adictiva. Tienes que estar libre los 5 últimos minutos de subasta, así que ponte un aviso en el móvil. Puja con el dinero máximo que quieres pagar y hazlo en los últimos 3 segundos. Te lo llevarás fijo. [Estoy pensando que voy a hacer un comentario más ampliado de esto más abajo].[**]

Aliexpress y Alibaba: son dos webs con productos chinos al por mayor. ¿Qué significa esto? Pues que tienes todas aquellas cosas que te compres en dichas tiendas pero a bajo coste. Estoy flipada con las postales y las pegatinas. Si te gustan las manualidades, no entres, te gastarás todo el suelo. También tiene móviles de última generación a precios de ganga (eso sí, ojo con el idioma en el que vienen, porque mi marido se pasó tres días encerrado en casa estudiando cómo cambiarle el idioma de chino a español).

Comparadores de precios: ya os hablé alguna vez de ellos. Son webs donde introduces el producto que quieres (marca, medidas, color) y te muestra el catálogo completo de webs donde puedes adquirirlo y el precio. Te ahorras mucho trabajo. Yo suelo usar Twenga.

Beruby: es mi último descubrimiento. Es una web de cashback. Me explico. Es un buscador con webs de todo tipo que funciona como google. Al entrar a otra web a través de esta, te devuelven un porcentaje de lo que compres. Ejemplo: entras en beruby. Hay cashback en Amazon en la sección de juguetes. Pinchas. Compras en Amazon, en esa sección como harías normalmente. Pagas. Pasados 15 o 30 días (depende de la oferta), te reembolsan un 5, 10, 15% de lo que hayas pagado.
Lo que hace beruby es almacenar ese porcentaje en dinero que luego te ingresan en tu cuenta o en PayPal.
Además, puedes ganar dinero extra viendo vídeos de publicidad o registrándote en webs que te propongan desde esta página.
¿Lo mejor? Tiene oferta de todo tipo. Hoteles, vuelos, restaurantes, ocio, belleza…

Así que, si quieres comprar por internet, aquí tienes oro líquido para tu bolsillo.
Importante: siempre hay que tener cuidado con los precios y los gastos de envío. A veces son muy “cucos” y te ponen el precio sin IVA o unos gastos de envío altísimos, así que cuidadín con esto.

*Black Friday: viernes siguiente a Acción de Gracias, donde las tiendas (físicas y online) hacen descuentos especiales. Cyber Monday: es la primera vez que lo veo, pero creo que es el lunes después del fin de semana del Black Friday. También con descuentos especiales por internet.

**Explicación de pujas por Ebay. Es un sistema que tardé en pillar un poco, pero que me sube la adrenalina a tope. Consiste en pujar en el último momento. ¿Por qué a última hora? Porque si no, la puja se aumenta tontamente, ya que siempre habrá alguien al que le das tiempo para que puje por encima de ti. ¿Cómo funciona la puja automática? Introduces en el recuadro de “puja ya” la cantidad máxima que estés dispuesto a pagar. Le das a comprar y esperas. (La puja consta de dos confirmaciones, así que tienes que quedarte esperando entre la primera y la segunda). Verás que hay un cronómetro en rojo con el tiempo que falta para que se acabe la puja. Así que se te pondrá el corazón a tope, porque como el precio sea suculento verás cómo sube y sube, ya que habrá más gente como tú que esté esperando al último segundo para pujar. Así que aguanta, aguanta (como en Braveheart) y, en cuando queden 3 ó 4 segundos, ¡puja!. ¿Qué puede pasar? Primero, que no te lleves el objeto porque alguien pujó más alto que tú en el último segundo (o que su puja automática sea más alta que la tuya). Segundo, que te lleves el objeto por el precio máximo (esto quiere decir que tu puja automática era la más alta). Tercero y lo que más mola, que te lleves el objeto por menos dinero del que pusiste en tu puja automática (que significa que hubo pujas, pero no llegaron al límite de tu puja, por lo que la puja vencedora es la tuya sin llegar al límite).
Es un poco complicado de entender, pero en cuanto lo hagas un par de veces, lo pillas seguro.
Acuérdate, que el precio de la puja no incluye los gastos de envío, y que no siempre está en euros (pujar en libras es peligroso, porque parece menos dinero del que luego es al pasarlo a tu moneda).

Espero que me adoréis por todos estos consejos y que me pongáis una estatua con toda la pasta que os estoy haciendo ahorrar. Y si no, me encantan los bombones de praliné y las Polly Pocket de principios de los 90. JE JE JE.