Un poco de controversia: teta vs bibe.

AVISO 1: este post es serio y contiene poca ironía.

AVISO 2: puede herir sensibilidades. Si no tienes criterio propio, puedo modificar tu conducta hasta que tu ADN mute y puede que pase a tus futuras generaciones.

¡Buenas a todos y todas!

Vuelvo a la carga, después de una larga pausa por vacaciones y huelga de mi dibujante.
Como ha conseguido mejores condiciones laborales, vuelvo a tener material para escribir. Por favor, un aplauso para él, que es el mejor.

Mi larga ausencia también es debida a que estuve planteándome si escribir sobre ciertos temas o no, ya que son altamente controvertidos y no sabía si quería marcarme tanto. Pero esta semana, mi ira asesina ya no ha podido contenerse más y necesito expresar mis opiniones. Soy bastante radical, así que espero no ofender a nadie con mis textos.
Este post va a tratar sobre la lactancia materna vs lactancia artificial.

Mi opinión no está basada en evidencias científicas. No tengo estudios de medicina ni títulos en pediatría. No trabajo para ninguna organización de la salud. No trabajo para ninguna farmacéutica. Mi opinión es como madre, así que lo que diga está basado en mi experiencia y en mis gustos. No tiene por qué ser compartida ni es verdad verdadera.

Dicho esto, comencemos.

Esta semana ha saltado a los medios una polémica sobre un libro escrito por un pediatra. El libro en cuestión se llama “Víctimas de la lactancia materna. ¡Ni dogmatismos ni trincheras!”.
Por lo que he leído en foros y periódicos varios, este señor, pediatra de carrera desde hace muchos años y jefe de pediatría en un hospital de Castellón hasta el año pasado, ha escrito un libro que dice que es bueno para el bebé que se destete total o parcialmente a partir del cuarto mes de vida. Su opinión es que la lactancia materna es oro pero que a partir del cuarto mes hay que introducir otro tipo de alimentos para que el niño tenga una nutrición óptima. Su pecado es que ha contravenido al lobby del club de la teta. Desde hace unos años, se ha creado una corriente de madres y padres que abogan por tener enchufados a los niños a la teta hasta que saquen la carrera universitaria. Suelen ser partidarios del colecho, porte del niño como un canguro y hasta de escuelas alternativas. Me parece todo estupendo hasta que se meten en cómo alimento a mi hijo o cómo le lavo el culo.
Una madre de una de estas asociaciones, creó una petición en la página Change.org para pedirle al director del hospital donde trabaja este señor que le destituya, por decir barbaridades que contradicen las recomendaciones de la OMS y de la Asociación Española de Pediatría. A mi juicio: una señora pide a un hospital que destituya a un profesional con una carrera de medicina y especialidad en pediatría por dar su opinión como médico. Aaaaaammmm…

Así que me puse manos a la obra para ver si podía comprar el libro en cuestión. No se vende en ningún sitio, salvo en una web donde está agotado, porque las librerías no quieren meterse en follones. ¿Por qué no venden el libro? Porque las asociaciones están amenazando con hacer “tetadas” en las librerías como protesta. (Con lo de las tetadas me viene a la mente a una señora dándole un tetazo a alguien en la cara, pero bueno…). Lógicamente, a ninguna empresa le gusta que se le planten nosecuantísimas mujeres tetando a sus bebés y prefieren no vender el libro. (Cosa que me recuerda a otra petición de Change.org en USA donde consiguieron que el WallMart no vendiera figuritas de Breaking Bad porque son una mala influencia para nuestros adolescentes).
Pero esas librerías sí que venden los numerosos ejemplares de un pediatra que baila al son de la teta: Carlos González. Yo misma aquí presente intenté leerme el libro “Un regalo para toda la vida” y tuve que dejarlo en el momento que decía que no sólo tienes que ofrecer el pecho a demanda (que significa que, aunque estés apretando en el baño, como a tu hijo le apetezca comer, tiene que comer) sino que tienes que ofrecer la teta como consuelo. Ahí ya cerré el libro y dije que nunca más leería nada de ese señor. ¿Qué es eso de ofrecer la teta como consuelo? ¿No puedes dar chupete porque se malacostumbran y sí puedes dar teta?
[Futura carta de una madre a la revista Superpadres de hoy: a mi hijo de 25 años le han echado de su trabajo y no sé cómo consolarle. ¿Qué debo hacer? Ayuda, por favor, estoy desesperada.
Respuesta de la revista: ¡Ni se le ocurra darle un abrazo y una cerveza! ¡Podría volverse alcohólico! Es mejor que se desvista de cintura para arriba y le ofrezca el pecho a demanda.]

El siguiente paso fue meterme en la web de la OMS para ir a la fuente de la sabiduría. Dicen que hay que dar leche materna exclusivamente hasta los 6 meses de edad y complementarla con otros alimentos hasta los 2 años. También dicen que la leche materna es la mejor porque “Además de los beneficios inmediatos para los niños, la lactancia materna propicia una buena salud durante toda la vida. Los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad. Son también menos propensos a sufrir diabetes de tipo 2 y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia”. Y por último dice que “Las preparaciones para lactantes no contienen los anticuerpos que hay en la leche materna. Si no se elaboran adecuadamente, conllevan posibles riesgos asociados al uso de agua insalubre y de material no esterilizado, o a la posible presencia de bacterias en la preparación en polvo. Puede producirse un problema de malnutrición si el producto se diluye demasiado para “ahorrar”. Mientras que el amamantamiento frecuente mantiene la producción de leche materna, si se usa leche artificial pero de repente se deja de tener acceso a ella, el retorno a la lactancia natural puede ser imposible como consecuencia de la disminución de la producción materna.”
Las conclusiones que extraje fueron las siguientes: los que han sido amamantados se ponen menos veces enfermos, son más delgados, son más listos y beben menos agua contaminada.
¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?
No se si serán más altos, más delgados y menos enfermizos, pero lo de listos…ahí ya lo dudo. Y si no, sólo tengo que remitirme al segmento de población que se supone que es muy lista y que dirige a este nuestro país: los políticos. Esas personas, seguramente han sido amamantadas, dado que son de una generación en la que todavía no existía la leche de fórmula o no estaba implantada. Evidentemente son seres sobrehumanos. Son guapos, listos, miden metro noventa y están altamente capacitados para gobernar a todo un país sin despeinarse. Mi madre me dirá: “Oye, no te metas con ellos, que seguro que sus madres también les daba leche condensada para complementar” y ahí tendré que callarme la boca.
Como dice mi marido y padre de la criatura: hace cien años eran todos unos canijos. Sólo hay que ver los marcos de las puertas de las casas de pueblo, que cada vez que entras a una te das un leñazo en la cabeza.

Por último, tenemos a los hospitales amigos de los niños. Ese es otro cantar. Yo tuve a mi hijo en uno de ellos porque se suponía que iban a respetarme como madre y parturienta. Allí me iba a sentir en un ambiente cómodo, respetuoso y controlado, donde iba a poder decidir si me depilaban el potorro o quería darme duchas de agua caliente mientras aullaba. La realidad fue que el hospital estaba colapsado. Nos pusimos todas de acuerdo (y eso que no había luna llena) y no sólo no me tuvieron atada a la cama para que no se me moviera el monitor fetal, si no que me hicieron perrerías durante horas para que pariera rapidito. Había tanto colapso que la ginecóloga que me operó ya casi no daba abasto y se pilló un rebote monumental conmigo cuando casi me tienen que reanimar porque no tenía tensión. Pasado ese momento, me separaron de mi hijo durante tres o cuatro horas. Más tarde, me obligaron a pedir repetidamente un biberón porque estaban empeñados en que el bebé chupara del pecho (y el pobre no quería, le daba un poco de asquete), después de sacarme la teta sin ningún miramiento y estrujarla para comprobar que en realidad era pura vagancia mía por no querer torturar a mi hijo sin comer hasta que no se agarrara a aquel pezón.
En esos momentos, en los que te sientes sola e indefensa, te vas creando una coraza. Así que le dije a mi marido que me comprara un sacaleches y que les dieran por el saco a todos.

Desde aquel momento, todo el mundo me pregunta por qué no di la teta. ¿Perdona?
¡Hasta mi dentista! Fui a mi revisión dental postparto (cuidaos mucho la boca, que los pequeños seres chupan el calcio de los dientes, como las hadas de Hellboy) y me encontró una caries gigantesca. El hombre, pensativo mientras me hacía efecto la anestesia, estuvo haciéndome preguntas sobre si había cambiado mis hábitos de higiene, dado que no entendía cómo en mi maravillosa boca podía haber ocurrido aquello. Hasta que le dije que había tenido un hijo. ¡Plin! Se le hizo la luz. Y todo sonriente me preguntó: le diste el pecho, ¿verdad?. No, le respondí. Y le hundí en la miseria. ¿Y por qué?, fue su siguiente pregunta. Porque no, respondí yo. (Eso por no decirle otra cosa un poco más cortante).
Cuando salí de aquella consulta, mi cuerpo empezó a segregar el juguito de la mala leche y me di cuenta de que todo el mundo se mete en tu vida sin ningún sentido. En el instituto por las pintas que llevabas, en tu juventud porque eras la más gorda/delgada/alta/baja y cuando eres madre por cualquier cosa que se le ocurra al de enfrente.

Es como la matrona y la enfermera que me tocaron en el centro de salud: ninguna de las dos había tenido hijos pero te juzgan por la clase de madre que eres. Es como cuando los curas te dicen cómo tienes que practicar sexo. Curioso, ¿verdad?

Finalmente, mi experiencia como madre es que para mí la mejor opción fue la lactancia mixta (en mi caso un mes y después la lactancia artificial) por varias razones:
Primera: no torturé a mi hijo obligándole a algo que no quería (si hubiera grabado un vídeo con su cara, se haría viral en Youtube).
Segunda: descansé. Al dar los dos progenitores el biberón te repartes la carga, con lo que puedes dormir cuatro horas seguidas. ¡Cuatro!
Tercera: me encanta que su padre le de el biberón, porque así él también participa en su alimentación. Creo que hacen una pareja muy bonita. El niño conoce a su padre y éste le mira con ojos de amor mientras le sujeta el bibe. Es precioso.
Cuarta: si el bebé/niño come biberón, puede alimentarle más gente. Esto significa que puedes irte una tarde por ahí a descansar o hasta salir por la noche. ¡Toma ya!
Quinta: ahora mismo no se me ocurren más, pero seguro que si me estrujara el cerebro me saldrían otras tres o cuatro.

Conclusión final que saco de todo esto. Me sigo cabreando con el temita de la teta, que me parece muy retro (mujer, quédate en tu casa dándole de comer a tu bebé, que es donde debes estar) y me parece indignante que la OMS diga que los bebés alimentados con leche artificial van a ser menos listos que los otros. Como los niños son muy sabios y saben qué necesitan, voy a seguir dejando a mi hijo, que es muy inteligente, que se coma lo que más le gusta en este mundo mundial: los libros de cartón (eso sí, no tiene preferencia entre los que están en inglés a los que están en español).

[El dibujo es una fiel representación del lanzamiento de chupo al patio de casa de los yayos. Mis padres tardaron un buen rato en conseguir «pescar» el chupete del tejadillo de la vecina de abajo].

4 comentarios en “Un poco de controversia: teta vs bibe.

    1. barbaritus Autor

      Gracias Pédrez. Lo único que intento es, a parte de vaciar un poco mi rabia contenida, hacer visible a una parte de la población a la que no nos gusta que nos masacren con panfletos. Lo que no puede ser es que cada vez que vas al pediatra a una revisión o a la enfermera a poner vacunas, vayas con el cuerpo preparado como para ir a una guerra. Entre la teta, los percentiles, los purés y los sólidos, las palmitas, que si no habla, que si no corre, que si todavía usa chupo o se mea en el pañal…se te quitan las ganas de todo. En mi caso, parece siempre que voy a pasar un examen de oposiciones. ¡Ya está bien!

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  1. rebe

    Me encanta Barbara! Ole tú y tus tetas!! Q haces lo que quieres con ellas! Ya echaba de menos un artículo de los tuyos jaja hace unos dias que mire la pagina a ver si habias escrito más, ahora que has vuelto y veo que vienes guerrera pero sobre todo sincera la espera ha merecido la pena, un saludo a todos!

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    1. barbaritus Autor

      Muchas gracias Rebe. Pues sí, ¡ole yo y mis tetas!. (¿No hay un chiste con lo de mis tetas?). Hartita me tienen ya con las glándulas mamarias. Seguimos con lo de siempre. Como las mujeres nacimos con tetas, tenemos que usarlas. Pues que yo sepa, todas las personas nacen con cerebro…(y ahí lo dejo, jejeje). ¡Un saludo!

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